Tambo Blanco

Categoría: Historia

EAlmeidaEn la parte oriental del poblado de San Lucas (provincia de Loja), en la quebrada de Vinoyacu y al pie del cerro Acacana, en un pequeño valle flanqueado por dos riachuelos se encuentra el monumento arqueológico de Tambo Blanco o Ciudadela. Según el investigador alemán Max Uhle, quien lo visitó a comienzos del siglo XX, " Consisten las ruinas de un palacio, con dos patios y una huerta formada de varias gradas al Sur; de un cuartel abierto antes por siete puertas en el frente; y de una construcción larga, formada de dos filas de cuartos con un corredor intermedio. Una particularidad del último edificio, consiste en que ninguna puerta que daba al corredor correspondía con otra enfrente. (...) Las ruinas de Tambo Blanco sirvieron hace 25 años de cantera en la construcción de la Iglesia de San Lucas" (Uhle, Max. Estudios sobre Historia Incaica. Universidad Mayor de San Marcos, Lima, 1969, p. 98).

El espacio geográfico aprovechable para estas edificaciones es una hondonada en la que seguramente no se preveía un potencial peligro militar. El conjunto está integrado por varios componentes. El sector de los depósitos localizado en la cumbre de uno de los cerros que cierra la hondonada. Se trata de un grupo de pequeñas estructuras cuadrangulares dispuestas en hilera, dejando en medio un corredor. El sector llamado de El Cuartel, que es propiamente una kallanca que seguramente tenía varias puertas de ingreso. El sector del Palacio, el más importante por el número de edificaciones. Es una construcción conformada por dos patios a cuyo alrededor se levantaron varios edificios de forma rectangular. Finalmente el sector de las andenerías, ubicadas en las inmediaciones del Palacio.

La distribución de las construcciones lleva a pensar que no era solamente un tambo, sino más bien un pequeño centro administrativo y punto de control incaico en el territorio Palta, a más de que este sitio se halla en la vía del Camino del Inca.

Como otros monumentos arqueológicos del país, éste ha permanecido intocado por la ciencia, salvo los escasos datos proporcionados por Max Uhle. En esa época ya se denunció que el sitio fue utilizado como cantera para la construcción de la iglesia de San Lucas. Sin embargo de estos daños, en la actualidad se aprecia la existencia de edificaciones enterradas y cubiertas por el kikuyo y la maleza. Una recuperación sistemática de estas construcciones aportaría significativamente a la valoración de la identidad histórica del pueblo Saraguro, a la vez que crearía un polo de atracción de tipo prehispánico en la provincia de Loja.

Texto y fotografía:

Eduardo Almeida Reyes